Once años le lleva David Ortiz a Pablo Sandoval, además de una década de experiencia en las Grandes Ligas. El “Big Papi” es una institución en Boston, tiene tres anillos de Serie Mundial, similar cantidad que el recién llegado a Nueva Inglaterra; ambos son latinos y poseen una contextura física gruesa, demasiadas coincidencias para que pasen por debajo de la mesa.
Ortiz confesó que apenas pasó los 30 años de edad se metió en un régimen que le hizo bajar poco más de 20 kilogramos de peso. Ahora él está tratando de transmitir toda esa sabiduría hacia el venezolano.
“He estado detrás de Pablo en referencia a ese aspecto”, comentó el dominicano.
“Porque Pablo es muy ágil, pero apenas tiene 28 años. Si él no cuida de sí mismo, en un par de años podría perder esa agilidad que lo caracteriza”, apuntó. “Así que le hablo de comer mejor, porque si quieres permanecer en este equipo, tienes que cuidar de ti mismo”.
Pero una cosa es escuchar consejos de un compañero de equipo y otra diferente es oírlos de los jefes.
Sandoval confesó que en ese aspecto sentía una presión extra de parte de los Gigantes de San Francisco, los que supeditaban su rango de alcance al tamaño de su humanidad.
El carabobeño apuntó que los patirrojos habían contratado a un nutricionista para atender el tema, pero que igualmente estaba satisfecho con su peso actual.
El criollo está complacido con que los Medias Rojas no hayan hecho tanto hincapié en el factor corporal, especialmente luego de que una foto donde se visualizaba una prominente barriga se hiciera viral en las redes sociales.
“Soy un profesional y sé lo que hay que hacer. Entiendo en lo que me he equivocado y, de hecho, me ha hecho madurar”.
“Si renovaba con los Gigantes sabía que debía estar en régimen por otros cinco años, ahora en otro lugar puedo ser como soy, sin temor”.
