En 2007 se escuchó por primera vez en el país el nombre de John Cox. El anterior dueño de Marinos de Anzoátegui, Domingo Cirigliano, y su equipo de trabajo, descubrieron que el escolta que en aquel momento ya se encontraba jugando en la primera división de Francia, había nacido en Caracas. Su padre, el exjugador Chubby Cox, actuó en el país con la divisa de esa ciudad, en el inicio de la década de los 80.
A partir de ahí en Venezuela se generó mucha expectativa con respecto al lanzador porque en el circuito galo ha dejado buenos números. Contando la última zafra, su séptima, promedia 13,1 puntos, con 35 por ciento en triples. No fue sino hasta ahora que pudo unirse a la selección nacional y pisar territorio venezolano.
“Mi experiencia ha sido buena. Me gustaría ver más cosas, salir, pero es difícil porque ahora no tengo oportunidad con las prácticas y los juegos. Necesito venir con tiempo para visitar más sitios”, dijo Cox con su hablar pausado.
–¿Está pensando en pasar unas vacaciones aquí?
–Me gustaría, creo que puedo hacerlo. Estuve hablando con mi esposa acerca de eso; incluso, en Puerto La Cruz vi que hay playas, botes y cosas así, sería divertido.
–¿Cuándo era niño le llamó la atención venir alguna vez?
–Sentía curiosidad, pero era difícil con la escuela. Nunca tuve la oportunidad, mis padres trabajaban y no pude regresar sino hasta ahora por mi cuenta.
–¿Qué le contaba su padre de Venezuela?
–La mayoría de las cosas eran de baloncesto. Me comentaba acerca de la afición, lo emocional que es, cómo se mete en el juego. Sobre lo bien que se sintió aquí. Mi mamá también me hablaba acerca de lo que fue estar aquí, sobre el clima, lo bonito de las playas, sobre amigos. Esas cosas me entusiasmaron a regresar.
–¿Qué es lo que más le ha gustado?
–La comida es buena, y eso es importante, tú sabes, uno come bastante, pero me llama mucho la atención el idioma, necesito aprender el español, no solo para cuando esté aquí, en Las Vegas, que es donde vivo en Estados Unidos, mucha gente habla español; incluso, mi papá y mi mamá, todos menos yo.
–¿Cómo es su vida en Francia, es famoso allá?
–Me gusta mucho la cultura. Es un lugar bonito para la familia. Me ha ido bien. A mi esposa le encanta y yo lo disfruto. Estoy contento por haber firmado ahora en París porque es una gran ciudad. La gente me conoce, es agradable, puedo hacer mis cosas.
–¿Qué hace en su tiempo libre?
–Me gusta el entretenimiento, ir al cine, a diferentes shows como conciertos o el circo. Ir a otros deportes como el fútbol, el beisbol. Soy muy cercano a mi esposa, a mi familia, hablo mucho con mi hermanita, mi mamá, mi papá. Somos una familia unida.
A partir de ahí en Venezuela se generó mucha expectativa con respecto al lanzador porque en el circuito galo ha dejado buenos números. Contando la última zafra, su séptima, promedia 13,1 puntos, con 35 por ciento en triples. No fue sino hasta ahora que pudo unirse a la selección nacional y pisar territorio venezolano.
“Mi experiencia ha sido buena. Me gustaría ver más cosas, salir, pero es difícil porque ahora no tengo oportunidad con las prácticas y los juegos. Necesito venir con tiempo para visitar más sitios”, dijo Cox con su hablar pausado.
–¿Está pensando en pasar unas vacaciones aquí?
–Me gustaría, creo que puedo hacerlo. Estuve hablando con mi esposa acerca de eso; incluso, en Puerto La Cruz vi que hay playas, botes y cosas así, sería divertido.
–¿Cuándo era niño le llamó la atención venir alguna vez?
–Sentía curiosidad, pero era difícil con la escuela. Nunca tuve la oportunidad, mis padres trabajaban y no pude regresar sino hasta ahora por mi cuenta.
–¿Qué le contaba su padre de Venezuela?
–La mayoría de las cosas eran de baloncesto. Me comentaba acerca de la afición, lo emocional que es, cómo se mete en el juego. Sobre lo bien que se sintió aquí. Mi mamá también me hablaba acerca de lo que fue estar aquí, sobre el clima, lo bonito de las playas, sobre amigos. Esas cosas me entusiasmaron a regresar.
–¿Qué es lo que más le ha gustado?
–La comida es buena, y eso es importante, tú sabes, uno come bastante, pero me llama mucho la atención el idioma, necesito aprender el español, no solo para cuando esté aquí, en Las Vegas, que es donde vivo en Estados Unidos, mucha gente habla español; incluso, mi papá y mi mamá, todos menos yo.
–¿Cómo es su vida en Francia, es famoso allá?
–Me gusta mucho la cultura. Es un lugar bonito para la familia. Me ha ido bien. A mi esposa le encanta y yo lo disfruto. Estoy contento por haber firmado ahora en París porque es una gran ciudad. La gente me conoce, es agradable, puedo hacer mis cosas.
–¿Qué hace en su tiempo libre?
–Me gusta el entretenimiento, ir al cine, a diferentes shows como conciertos o el circo. Ir a otros deportes como el fútbol, el beisbol. Soy muy cercano a mi esposa, a mi familia, hablo mucho con mi hermanita, mi mamá, mi papá. Somos una familia unida.
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