Cardenales, que llegó a la postemporada con uno de los rosters más compactos del torneo, disputará la final número catorce en la historia y va en busca de su quinta corona local.
El conjunto dirigido por Luis Dorante es uno de los pocos que inició esta temporada aquel seis de octubre de 2016 con sus figuras estelares en acción. A muchos no pareció intimidarle, pues el nivel de la pelota venezolana no da pie a establecer juicios de valor el primer día de la campaña, sin embargo, en la cueva alada, ese día, antes de enfrentar a los Tiburones de La Guaira, el hambre de triunfo se hizo notar. Estábamos frente a un gigante dormido que saltó con un objetivo claro: Ganar y ganar.
“Lo del año pasado fue gasolina para nosotros. Buscamos la manera de meternos en la pelea este año y lo logramos”, declaró Dorante el pasado martes con las emociones a flor de piel, luego de que sus muchachos le concedieran dirigir por primera vez una final en la pelota criolla. “Les doy todo el crédito a ellos porque de verdad es lo que estábamos buscando, lo dieron todo en el terreno. Ahora hay que fajarse con Zulia. Será una serie muy buena”.
Ya con el boleto reservado como uno de los finalistas de la 2016-2017, luego de varios traspiés que implicaron la salida de varios grandeligas en la semifinal, la escuadra barquisimetana apela en esta ocasión al talento nativo y una “generación” del futuro para volar hasta Culiacán, México, para la serie del Caribe 2017.
“Tenemos un equipo muy completo, lo que quisimos desde el primer día fue trabajar fuerte para lograr armar un equipo para el futuro. Estamos contentos con los resultados. Se les dio la confianza a los jóvenes, los veteranos hicieron lo suyo y aquí estamos”, señaló el gerente deportivo de Cardenales, José Yépez, para muchos el artífice de dicho éxito en su primera experiencia como directivo. Labor que respaldan a gritos en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, recinto que ya luce pequeño para la bandada.
La capital musical de Venezuela se ha rendido a los pies “del Cardenales” y en lo que va de postemporada se han vendido 79.685 entradas, poco más de 13 mil por juego. Un agregado de alto impacto para los jugadores, quienes quieren extenderles la felicidad a su fiel afición.
“Tenemos un equipo muy completo, lo que quisimos desde el primer día fue trabajar fuerte para lograr armar un equipo para el futuro. Estamos contentos con los resultados. Se les dio la confianza a los jóvenes, los veteranos hicieron lo suyo y aquí estamos”, señaló el gerente deportivo de Cardenales, José Yépez, para muchos el artífice de dicho éxito en su primera experiencia como directivo. Labor que respaldan a gritos en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, recinto que ya luce pequeño para la bandada.
La capital musical de Venezuela se ha rendido a los pies “del Cardenales” y en lo que va de postemporada se han vendido 79.685 entradas, poco más de 13 mil por juego. Un agregado de alto impacto para los jugadores, quienes quieren extenderles la felicidad a su fiel afición.
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