Carlos Carrasco no tuvo la despedida que deseó en esta temporada de Grandes Ligas. El derecho de los Indios de Cleveland fue castigado con cinco carreras limpias, igual número de hits (entre ellos un jonrón) en tres entradas de labor, para despedirse con efectividad de 3.63 y récord de 14-12. El barquisimetano estableció este año topes en victorias, aperturas (30), innings (183.2) y ponches (216).
El diestro no quedó contento con la forma como concluyó la zafra, pero se sintió a gusto con los resultados en general.
“En cada apertura que hice este año aprendí algo diferente”, expuso. “Voy a poner en práctica eso durante el receso de temporada y a trabajar duro para estar listo la venidera campaña”.
Carrasco califica este año como sorpresivo. “Me pegaron un pelotazo y después surgió el problema con mi corazón. Tenemos a los mejores terapistas en el clubhouse y ellos me ayudaron a dejar atrás todo eso”, espetó.
Para el mánager de la tribu, Terry Francona, todo fue ganancia para el venezolano. “Estuvo muy bien, lo malo es que a veces le gusta ir lejos en cada partido porque es un muchacho muy fuerte y quiere demostrar su condición. Lo bueno es que se está convirtiendo en uno de los mejores en este juego y estoy claro de que el año entrante vendrá con más experiencia”, aportó.
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