Hace poco más de una semana, Robert Pérez entró al terreno del Antonio Herrera Gutiérrez, de Barquisimeto, y por primera vez en su carrera, no formó parte del grupo que escuchaba la charla de bienvenida a las prácticas. Esta vez, fue él quien la dirigió junto a sus nuevos colegas técnicos de Cardenales de Lara. Tras 27 temporadas como pelotero, la mayoría de ellas en rol protagónico dentro del circuito venezolano, el guayanés da los pasos iniciales en una nueva faceta de su vida, que espera él, lo lleve algún día al rol de mánager.
El entrar al estadio que lo vio hacer historia en la pelota venezolana no significó, en primera instancia, un acto nostálgico para “La Pared Negra”. El hecho de haber tomado la decisión de retirarse como pelotero en el momento en que él lo consideró conveniente ayudó a pasarse el suiche “en un cien por ciento”.
“Estoy tranquilo, relajado. No me ha hecho falta ni he estado pendiente de agarrar un bate o que quiero jugar”, comentó el guayanés tras la práctica del miércoles. “Por eso decidí hacerme técnico, para estar de este lado y enseñar a los muchachos. Terminé una carrera y ahora estoy empezando otra, esperemos que todo salga bien”.
Pérez será esta temporada el coach de bateo de los pájaros rojos en conjunto con su excompañero de batallas en esta organización por varios años, Selwyn Langaigne.
En estos primeros días de prácticas en el nido larense, Pérez consiguió a un gran número de jóvenes peloteros, que nunca libraron batallas junto a él. Tal vez por eso, dice no haber tenido sobresaltos hasta ahora.
Pero, a esos novatos ha intentado transmitirles la filosofía que le permitió al exjardinero mantenerse activo hasta los 45 años de edad, así como llegar a 1.369 hits, 125 jonrones y remolcar 738 carreras.
“Yo siempre mostré carácter, mostré respeto y eso es lo que le voy a inculcar a los muchachos. No les voy a decir nada distinto”, agregó Pérez. “Tienen que ser consistentes en el trabajo, trabajar mucho, porque eso es lo que te va a dar el éxito. Eso se lo voy a inculcar desde el más jovencito hasta el más veterano. Si trabajas con consistencia, los resultados tienen que salir”.
El futuro miembro del Salón de la Fama del beisbol venezolano dijo que está “empapándose” con todo lo relacionado a ser técnico. Ese proceso se está facilitando por la forma en que comparte las funciones con Langaigne y que conoce a los otros técnicos que están dirigiendo con él sus primeros pasos en esta etapa.
El objetivo de Robert Pérez es conocido: ser técnico en Grandes Ligas y mánager en Venezuela. Pero, en este momento, desea sacarle el mayor provecho a esta nueva experiencia que servirá de base para sus planes futuros.
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