Los hermanos Vargas son hoy por hoy dos de los jugadores más importantes del baloncesto venezolano, y así lo demostraron al liderar a Marinos de Anzoátegui para conseguir su título número 11 de la LPB, luego de vencer 85-81 a Guaros de Lara en Barquisimeto, y llevarse la serie final 4-1.
José anotó 23 puntos, con seis rebotes, tres asistencias y tres robos, mientras que Grégory agregó 18 tantos, con siete rebotes y seis asistencias. Además de estos números, ambos aportaron una serie de intangibles como, por ejemplo, liderazgo e intensidad, para que su equipo saliera airoso en el encuentro de ayer, que fue el más parejo de toda la serie.
Grégory fue electo jugador más valioso de la final al terminar con promedios de 15,2 puntos, 5,8 rebotes, 6,0 asistencias y 60 por ciento en triples (20-12).
Aaron Harper también fue clave en el duelo de anoche al anotar una cesta de tres, tras un rebote ofensivo de José Vargas, faltando 31,5 segundos, para poner al frente a los navales 83-81. Luego Guaros intento ripostar, pero el base Heissler Guillent se quedó corto con una bandeja. El mayor de los Vargas volvió a aparecer con otro tiro libre y Juan Herrera añadió otro más para sentenciar el encuentro en un Domo Bolivariano que se enmudeció.
En el momento de la presión, Marinos sacó a relucir toda esa experiencia de grupo que ha adquirido en las últimas siete finales de la liga en las que se ha alzado en cinco ocasiones.
“Gracias a Dios, logramos el objetivo. Cumplimos las metas día tras día, siempre nos mantuvimos unidos y Marinos fue una familia que vivió buenos y malos momentos. Le debo muchas cosas a la gente que me apoyó y también al coach Fernando Duró. “Nosotros, los hermanos Vargas, queremos una dinastía como lo pudieron hacer los hermanos Lairet”, dijo Grégory.
Acerca de su premio de MVP añadió: “No lo esperaba, porque tenemos grandes jugadores, pero estoy orgulloso de ganarlo, aunque no importa lo individual, importa es que obtuvimos el título”.
El entrenador argentino, Fernando Duró, quien logró su primer cetro en Venezuela y le ganó el mano a mano a su paisano Néstor “Che” García, disfrutó en grande el logro.
“Hay que tener mucho temple para dirigir aquí. Demostramos que se puede ganar defendiendo. Creo que lo merecíamos, fuimos el número uno todo el año. El juego colectivo fue para resaltar. Estoy muy orgulloso”, expresó el DT.
José anotó 23 puntos, con seis rebotes, tres asistencias y tres robos, mientras que Grégory agregó 18 tantos, con siete rebotes y seis asistencias. Además de estos números, ambos aportaron una serie de intangibles como, por ejemplo, liderazgo e intensidad, para que su equipo saliera airoso en el encuentro de ayer, que fue el más parejo de toda la serie.
Grégory fue electo jugador más valioso de la final al terminar con promedios de 15,2 puntos, 5,8 rebotes, 6,0 asistencias y 60 por ciento en triples (20-12).
Aaron Harper también fue clave en el duelo de anoche al anotar una cesta de tres, tras un rebote ofensivo de José Vargas, faltando 31,5 segundos, para poner al frente a los navales 83-81. Luego Guaros intento ripostar, pero el base Heissler Guillent se quedó corto con una bandeja. El mayor de los Vargas volvió a aparecer con otro tiro libre y Juan Herrera añadió otro más para sentenciar el encuentro en un Domo Bolivariano que se enmudeció.
En el momento de la presión, Marinos sacó a relucir toda esa experiencia de grupo que ha adquirido en las últimas siete finales de la liga en las que se ha alzado en cinco ocasiones.
“Gracias a Dios, logramos el objetivo. Cumplimos las metas día tras día, siempre nos mantuvimos unidos y Marinos fue una familia que vivió buenos y malos momentos. Le debo muchas cosas a la gente que me apoyó y también al coach Fernando Duró. “Nosotros, los hermanos Vargas, queremos una dinastía como lo pudieron hacer los hermanos Lairet”, dijo Grégory.
Acerca de su premio de MVP añadió: “No lo esperaba, porque tenemos grandes jugadores, pero estoy orgulloso de ganarlo, aunque no importa lo individual, importa es que obtuvimos el título”.
El entrenador argentino, Fernando Duró, quien logró su primer cetro en Venezuela y le ganó el mano a mano a su paisano Néstor “Che” García, disfrutó en grande el logro.
“Hay que tener mucho temple para dirigir aquí. Demostramos que se puede ganar defendiendo. Creo que lo merecíamos, fuimos el número uno todo el año. El juego colectivo fue para resaltar. Estoy muy orgulloso”, expresó el DT.
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