Las últimas semanas en la vida de Héctor Giménez han estado marcadas por una palabra: Cambios. El inicialista se prepara para su primera incursión en el béisbol mexicano a la vez que espera junto a su esposa la llegada de un hijo.
Los Leones de Yucatán será el equipo que le vestirá este verano. Luego de varios años en los Estados Unidos, incluidas pasantías en las mayores, llega a tierras aztecas con la intención de conquistar esa pelota con sus famosas conexiones desde ambos lados del plato.
Hace pocos días, al terminar su primera práctica con los Leones, le llegó una inusitada información. Los Cardenales de Lara habían conseguido sus servicios para romper una cadena de ocho años exitosos con los Tigres de Aragua.
Asimilada la transacción y luego de resolver la diligencia de un “celular mexicano”, Giménez, nos habla de su día a día y cómo se enfoca en los nuevos retos.
En su verbo la palabra “Campeonato” surge con una naturalidad pasmosa. Como si formara parte de su respiración. No repara en adelantar que el trabajo es la base del éxito que le ha acompañado en su trayectoria.
Para un equipo como los pájaros rojos, con descalabros y noches de insomnio recurrentes, tales palabras suenan a gloria. El nativo de Chivacoa quiere buscar su quinto anillo de campeón ahora vestido de cardenal.
Héctor, ¿Cómo recibes la noticia del cambio a los Cardenales de Lara?
-Fue un poco sorpresiva sobre todo para mi familia. Estoy recién llegado a México y agradezco la oportunidad que me brinda Cardenales. No ha sido tan difícil este trance, ya el año pasado había rumores. En este momento no me preocupo por eso. Hay cosas que puedo controlar y otras que no. Solo tengo el control de salir al terreno y hacer todo lo posible por ganar. Soy un profesional y debo afrontar cualquier tipo de cambio.
Vienes de un equipo (Aragua) que lo ganó todo a uno que tiene crisis de resultados, ¿Cómo veías antes a Cardenales y cómo lo ves ahora que perteneces a esta franquicia?
-Cardenales siempre ha sido un equipo batallador. Han quedado fuera por cosas que pasan en el béisbol pero no se han rendido. Ahora que pertenezco al equipo veo que va a tener un año más de experiencia y con otros cambios que se puedan hacer va a trabajar con la mentalidad puesta en una final y un campeonato.
Una de las cosas que sedujo a la gerencia larense para traerte al equipo tiene que ver con tus dotes de liderazgo. Para Héctor, ¿qué es ser un líder dentro de un equipo de pelota?
-El líder se hace con trabajo. El trabajo fuerte y el esfuerzo serán luego recompensados con éxito. Uno no tiene que decir que es un líder. Solo debes enseñar a tus compañeros la manera que te tienen que seguir y eso es con el ejemplo, el trabajo diario para alcanzar las victorias.
Cardenales para hacerse de tus servicios entregó a los Tigres a José Peraza, la principal promesa del béisbol venezolano. Algunas voces dicen que estas en la parte final de tu carrera. ¿Crea todo esto un compromiso adicional al que normalmente asumes cuando te colocas un uniforme de béisbol?
-Mi compromiso siempre ha sido darlo todo en el terreno. Yo me comprometo a jugar por la camiseta del equipo, no por la camiseta de Héctor Giménez. Para quienes dicen que estoy en la parte final de mi carrera, solo puedo decir que tengo 32 años, una edad donde el pelotero aún tiene mucho que demostrar. El año pasado mis números no estuvieron a la altura. La razón es que estuve probando mecánicas de bateo y eso me afectó un poco al igual que los rumores de cambio en plena temporada. Eso me sacó de concentración.
En breve arranca la temporada en México, ¿Cómo asumes esta experiencia en una liga en la cual nunca habías participado?
-El béisbol mexicano no es tan fácil como la gente piensa. Esta experiencia va a ser bastante buena para mí. La oportunidad de jugar todos los días es ideal luego de lo que viví el año pasado en el norte donde me alternaban entre AA y AAA y sin continuidad de juego. Perdí un poco el ritmo. Esto me va a ayudar para llegar en mejor forma a Venezuela. Tengo aquí el apoyo de mi familia incluida mi esposa que está embarazada.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de Barquisimeto y qué mensaje le envías a tu nueva fanaticada?
Recuerdo la final que ganamos con los Tigres en la 2007-2008. Espero que ahora sean muchos más. En cuanto a la fanaticada te puedo decir que siempre me ha gustado el ambiente en Barquisimeto a pesar de estar en contra. Los aficionados apoyan sin cesar a su equipo. Sí la salud lo permite, voy a estar desde el primer día de los entrenamientos. Siempre lo he hecho en mi carrera y esta vez no será diferente. Vamos a luchar cada victoria para irnos contentos a casa. Me motiva que estaré más cerca de mi familia de Chivacoa y ellos podrán ir a apoyarme en todos los juegos.
Los Leones de Yucatán será el equipo que le vestirá este verano. Luego de varios años en los Estados Unidos, incluidas pasantías en las mayores, llega a tierras aztecas con la intención de conquistar esa pelota con sus famosas conexiones desde ambos lados del plato.
Hace pocos días, al terminar su primera práctica con los Leones, le llegó una inusitada información. Los Cardenales de Lara habían conseguido sus servicios para romper una cadena de ocho años exitosos con los Tigres de Aragua.
Asimilada la transacción y luego de resolver la diligencia de un “celular mexicano”, Giménez, nos habla de su día a día y cómo se enfoca en los nuevos retos.
En su verbo la palabra “Campeonato” surge con una naturalidad pasmosa. Como si formara parte de su respiración. No repara en adelantar que el trabajo es la base del éxito que le ha acompañado en su trayectoria.
Para un equipo como los pájaros rojos, con descalabros y noches de insomnio recurrentes, tales palabras suenan a gloria. El nativo de Chivacoa quiere buscar su quinto anillo de campeón ahora vestido de cardenal.
Héctor, ¿Cómo recibes la noticia del cambio a los Cardenales de Lara?
-Fue un poco sorpresiva sobre todo para mi familia. Estoy recién llegado a México y agradezco la oportunidad que me brinda Cardenales. No ha sido tan difícil este trance, ya el año pasado había rumores. En este momento no me preocupo por eso. Hay cosas que puedo controlar y otras que no. Solo tengo el control de salir al terreno y hacer todo lo posible por ganar. Soy un profesional y debo afrontar cualquier tipo de cambio.
Vienes de un equipo (Aragua) que lo ganó todo a uno que tiene crisis de resultados, ¿Cómo veías antes a Cardenales y cómo lo ves ahora que perteneces a esta franquicia?
-Cardenales siempre ha sido un equipo batallador. Han quedado fuera por cosas que pasan en el béisbol pero no se han rendido. Ahora que pertenezco al equipo veo que va a tener un año más de experiencia y con otros cambios que se puedan hacer va a trabajar con la mentalidad puesta en una final y un campeonato.
Una de las cosas que sedujo a la gerencia larense para traerte al equipo tiene que ver con tus dotes de liderazgo. Para Héctor, ¿qué es ser un líder dentro de un equipo de pelota?
-El líder se hace con trabajo. El trabajo fuerte y el esfuerzo serán luego recompensados con éxito. Uno no tiene que decir que es un líder. Solo debes enseñar a tus compañeros la manera que te tienen que seguir y eso es con el ejemplo, el trabajo diario para alcanzar las victorias.
Cardenales para hacerse de tus servicios entregó a los Tigres a José Peraza, la principal promesa del béisbol venezolano. Algunas voces dicen que estas en la parte final de tu carrera. ¿Crea todo esto un compromiso adicional al que normalmente asumes cuando te colocas un uniforme de béisbol?
-Mi compromiso siempre ha sido darlo todo en el terreno. Yo me comprometo a jugar por la camiseta del equipo, no por la camiseta de Héctor Giménez. Para quienes dicen que estoy en la parte final de mi carrera, solo puedo decir que tengo 32 años, una edad donde el pelotero aún tiene mucho que demostrar. El año pasado mis números no estuvieron a la altura. La razón es que estuve probando mecánicas de bateo y eso me afectó un poco al igual que los rumores de cambio en plena temporada. Eso me sacó de concentración.
En breve arranca la temporada en México, ¿Cómo asumes esta experiencia en una liga en la cual nunca habías participado?
-El béisbol mexicano no es tan fácil como la gente piensa. Esta experiencia va a ser bastante buena para mí. La oportunidad de jugar todos los días es ideal luego de lo que viví el año pasado en el norte donde me alternaban entre AA y AAA y sin continuidad de juego. Perdí un poco el ritmo. Esto me va a ayudar para llegar en mejor forma a Venezuela. Tengo aquí el apoyo de mi familia incluida mi esposa que está embarazada.
¿Cuál es tu mejor recuerdo de Barquisimeto y qué mensaje le envías a tu nueva fanaticada?
Recuerdo la final que ganamos con los Tigres en la 2007-2008. Espero que ahora sean muchos más. En cuanto a la fanaticada te puedo decir que siempre me ha gustado el ambiente en Barquisimeto a pesar de estar en contra. Los aficionados apoyan sin cesar a su equipo. Sí la salud lo permite, voy a estar desde el primer día de los entrenamientos. Siempre lo he hecho en mi carrera y esta vez no será diferente. Vamos a luchar cada victoria para irnos contentos a casa. Me motiva que estaré más cerca de mi familia de Chivacoa y ellos podrán ir a apoyarme en todos los juegos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario