Navegantes del Magallanes no pudo contar en la final de la LVBP con el aporte esperado de varias de sus figuras que habían colaborado para llevar a la nave hasta la serie decisiva contra Caribes de Anzoátegui, equipo que se vio muy superior a los navales en toda la temporada (le ganaron 14 de 18 encuentros).
Tanto piezas de bateo cómo del pitcheo mermaron su rendimiento y vieron desaparecer la opción de ser tricampeones en solo 5 juegos de la final ante el equipo más compacto en el torneo de la LVBP desde el comienzo del torneo.
Los bates de la nave pasaron de promediar .302 en el round robin, el mejor de esa fase, a .262 en la última serie del torneo a pesar de sumar dos bateadores en el draft de sustituciones y refuerzos.
Ramón Hernández, acostumbrado a aumentar su desempeño en finales (.344 ave y 25 impulsadas de por vida) conectó para .278 con par de producidas luego de ligar para .314 con 10 empujadas en el todos contra todos.
Adonis García siguió con su descenso ofensivo (.313 TR / .273 RR / .200 F), Jonathan Herrera no pudo estar en la final por un tirón muscular en la pierna izquierda y Mario Lissón no despachó hits en 11 turnos luego de recuperase de sus molestias en las rodillas.
De los refuerzos, Yangervis Solarte solamente ligó dos hits en 16 turnos (.133 AVE) y, aunque no pudo estar en la alineación por trámites de visa e el último partido, el mánager Carlos García prefirió usar al Eduard Pinto de emergente en lugar del grandeliga. Josmil Pinto, líder en promedio (.404) y remolcadas (18) en el round robin, bateó para .250 y comandó al Magallanes en impulsadas (6).
Entre los bateadores que ocuparon los puestos 3-4-5 de la alineación magallanera en los cinco juegos de la final dispararon 12 inatrapables en 60 turnos.
Pitcheo golpeado
Enfrentarse a la dura ofensiva de Caribes hizo que la efectividad de los eléctricos aumentara a 5.02 en la final después de dejar 4.12 en la segunda etapa del torneo.
El bajón de Máximo Nelson fue el más sorprendente entre los brazos turcos. El dominicano fue un arma letal en el round robin ponchando a 16 rivales en 13 entradas labor en la que dejó 2.08 de efectividad. El vuelo del extrajero fue tumbado en la final con 6 hits recibidos y cuatro carreras permitidas en dos tercios de labor para una efectividad de 54.00. Solo ponchó a uno.
Chris Leroux (4.50 EFE), es lanzador más estable de la nave en todo el torneo, no pudo llegar a lanzar cinco entradas en ninguna de sus dos salidas ante la “Tribu” (una por molestias físicas) y Omar Poveda, quien en el round robin dejó record de 2-1 con 2.76 de EFE, recibió tres jonrones y cuatro carreras en una apertura de 2.2 entradas. Terminó con efectividad de 13.50
Por otra parte, la defensa del Magallanes cometió errores en todos los partidos. Sumaron 9 pecados en los 5 duelos.
Tanto piezas de bateo cómo del pitcheo mermaron su rendimiento y vieron desaparecer la opción de ser tricampeones en solo 5 juegos de la final ante el equipo más compacto en el torneo de la LVBP desde el comienzo del torneo.
Los bates de la nave pasaron de promediar .302 en el round robin, el mejor de esa fase, a .262 en la última serie del torneo a pesar de sumar dos bateadores en el draft de sustituciones y refuerzos.
Ramón Hernández, acostumbrado a aumentar su desempeño en finales (.344 ave y 25 impulsadas de por vida) conectó para .278 con par de producidas luego de ligar para .314 con 10 empujadas en el todos contra todos.
Adonis García siguió con su descenso ofensivo (.313 TR / .273 RR / .200 F), Jonathan Herrera no pudo estar en la final por un tirón muscular en la pierna izquierda y Mario Lissón no despachó hits en 11 turnos luego de recuperase de sus molestias en las rodillas.
De los refuerzos, Yangervis Solarte solamente ligó dos hits en 16 turnos (.133 AVE) y, aunque no pudo estar en la alineación por trámites de visa e el último partido, el mánager Carlos García prefirió usar al Eduard Pinto de emergente en lugar del grandeliga. Josmil Pinto, líder en promedio (.404) y remolcadas (18) en el round robin, bateó para .250 y comandó al Magallanes en impulsadas (6).
Entre los bateadores que ocuparon los puestos 3-4-5 de la alineación magallanera en los cinco juegos de la final dispararon 12 inatrapables en 60 turnos.
Pitcheo golpeado
Enfrentarse a la dura ofensiva de Caribes hizo que la efectividad de los eléctricos aumentara a 5.02 en la final después de dejar 4.12 en la segunda etapa del torneo.
El bajón de Máximo Nelson fue el más sorprendente entre los brazos turcos. El dominicano fue un arma letal en el round robin ponchando a 16 rivales en 13 entradas labor en la que dejó 2.08 de efectividad. El vuelo del extrajero fue tumbado en la final con 6 hits recibidos y cuatro carreras permitidas en dos tercios de labor para una efectividad de 54.00. Solo ponchó a uno.
Chris Leroux (4.50 EFE), es lanzador más estable de la nave en todo el torneo, no pudo llegar a lanzar cinco entradas en ninguna de sus dos salidas ante la “Tribu” (una por molestias físicas) y Omar Poveda, quien en el round robin dejó record de 2-1 con 2.76 de EFE, recibió tres jonrones y cuatro carreras en una apertura de 2.2 entradas. Terminó con efectividad de 13.50
Por otra parte, la defensa del Magallanes cometió errores en todos los partidos. Sumaron 9 pecados en los 5 duelos.
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