El mes de diciembre será clave en el futuro de Ramón Hernández en el beisbol como pelotero activo. Durante esos días el cumanés probará cómo se comporta su maltrecha rodilla izquierda, la misma que se operó en 2009 y que tantas molestias le ha dado durante su carrera.
Si puede seguir trabajando como catcher, intentará regresar al beisbol de Grandes Ligas, si no, esta campaña con los Navegantes del Magallanes será la última para él.
“Si Dios quiere, en diciembre empiezo a quetchar. Si puedo hacerlo, sigo. Si veo que la rodilla me molesta, ya anunciaré mi retiro y terminaré de jugar hasta donde llegue Magallanes”, comentó ayer el experimentado jugador, quien en 2015 cumplirá 39 años.
Hernández había comentado antes de iniciarse esta campaña que la idea del retiro estaba rondando por su mente; sin embargo, quería ver cómo le respondía el cuerpo y las piernas en la pelota de invierno.
El toletero derecho está jugando como inicialista y designado únicamente con los turcos esta zafra debido a que las molestias lo sacaron de acción por algunas semanas durante la primera parte del torneo.
“Si quiero jugar, es en las ligas mayores, y allá me conocen es como receptor”, agregó el máscara. “En caso de que me retire, me gustaría ser coach y también mánager. Me gusta enseñar”.
Los turcos están necesitando que Hernández pueda estar detrás del plato en algunos encuentros junto a Juan Apodaca, tomando en cuenta que ya no disponen de Tomás Telis, Róbinson Chirinos no recibió permiso de los Rangers y Carlos Maldonado se lesionó. El plan próximo es que Hernández empiece a probar la rodilla en sesiones de bullpen antes de recibir pelotas en un juego.
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