El de este miércoles por la noche no fue un encuentro de pitcheo. Ninguno de los dos abridores pudo completar cinco entradas y un total de trece pitchers relevistas desfilaron por la lomita del estadio Universitario.
Más bien, el juego entre Navegantes del Magallanes y Tiburones de La Guaira se presentó como una lucha de toleterías, donde el poder turco, con tres cuadrangulares, terminó imponiéndose.
Los largos batazos aparecieron en esta ocasión para los eléctricos. Por primera vez en la campaña, dieron más de un jonrón en un encuentro y diez de sus doce hits fueron extrabases. Uno de los más importantes de la noche salió del bate de Rougned Odor en el octavo capítulo ante Joseph Ortiz, el cual remolcó a Luis Apodaca y colocó el definitivo 10-7 en la pizarra.
“A Joseph lo conozco porque jugamos juntos en Texas, sé los pitcheos que tira, salí a buscar el slider y logré conectar bien”, soltó el camarero, que también sonó doble al izquierdo en el primer tramo, para remolcar dos. Fue la primera vez en su naciente carrera en la LVBP, que el zuliano impulsa cuatro rayitas.
Una entrada antes, la toletería carabobeña logró retomar el dominio de un partido que los brazos filibusteros entregaron entre el quinto y sexto episodio. Estando el marcador 6-7 a favor de los litoralenses, Adonis García mandó línea sobre tercera base que remolcó a Mario Lissón y Lew Ford para voltear las acciones y hacer explotar las tribunas del parque de Los Chaguaramos, repletas de fanáticos turcos.
Magallanes llegó a estar ganando 6-1 en la parte alta del quinto episodio, pero el bullpen tambaleó y permitió que los escualos se apoderaran momentáneamente del choque. David Martínez tuvo cuatro buenos capítulos, pero en el quinto lo emboscaron y se fue a las duchas con cuatro carreras a su cuenta.
José Briceño tuvo, con seguridad, la mejor noche de su incipiente carrera en la pelota. En su primer encuentro como titular en la liga profesional con los Navegantes, el receptor estrenó su cuenta de hits en el segundo inning y en el cuarto acto, mandó un batazo en línea a las gradas del jardín izquierdo. Su estacazo siguió al jonrón que un turno antes había dado Lew Ford.
“Estuve enfocado, desde que conecté la pelota, sabía que llevaba bastante distancia”, contó Briceño mientras los fanáticos sobre el dugout de Magallanes gritaban su nombre. “Al principio estaba un poco nervioso, después del primer pitcheo, pude dominar esos nervios”.
Más bien, el juego entre Navegantes del Magallanes y Tiburones de La Guaira se presentó como una lucha de toleterías, donde el poder turco, con tres cuadrangulares, terminó imponiéndose.
Los largos batazos aparecieron en esta ocasión para los eléctricos. Por primera vez en la campaña, dieron más de un jonrón en un encuentro y diez de sus doce hits fueron extrabases. Uno de los más importantes de la noche salió del bate de Rougned Odor en el octavo capítulo ante Joseph Ortiz, el cual remolcó a Luis Apodaca y colocó el definitivo 10-7 en la pizarra.
“A Joseph lo conozco porque jugamos juntos en Texas, sé los pitcheos que tira, salí a buscar el slider y logré conectar bien”, soltó el camarero, que también sonó doble al izquierdo en el primer tramo, para remolcar dos. Fue la primera vez en su naciente carrera en la LVBP, que el zuliano impulsa cuatro rayitas.
Una entrada antes, la toletería carabobeña logró retomar el dominio de un partido que los brazos filibusteros entregaron entre el quinto y sexto episodio. Estando el marcador 6-7 a favor de los litoralenses, Adonis García mandó línea sobre tercera base que remolcó a Mario Lissón y Lew Ford para voltear las acciones y hacer explotar las tribunas del parque de Los Chaguaramos, repletas de fanáticos turcos.
Magallanes llegó a estar ganando 6-1 en la parte alta del quinto episodio, pero el bullpen tambaleó y permitió que los escualos se apoderaran momentáneamente del choque. David Martínez tuvo cuatro buenos capítulos, pero en el quinto lo emboscaron y se fue a las duchas con cuatro carreras a su cuenta.
José Briceño tuvo, con seguridad, la mejor noche de su incipiente carrera en la pelota. En su primer encuentro como titular en la liga profesional con los Navegantes, el receptor estrenó su cuenta de hits en el segundo inning y en el cuarto acto, mandó un batazo en línea a las gradas del jardín izquierdo. Su estacazo siguió al jonrón que un turno antes había dado Lew Ford.
“Estuve enfocado, desde que conecté la pelota, sabía que llevaba bastante distancia”, contó Briceño mientras los fanáticos sobre el dugout de Magallanes gritaban su nombre. “Al principio estaba un poco nervioso, después del primer pitcheo, pude dominar esos nervios”.
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